Cada una de las 6 canciones de pop ecléctico refleja un aspecto de la normatividad masculina: la competitividad, la ira, el deseo exagerado, la represión de sentimientos, el individualismo y la necesidad de demostrar constantemente nuestra no feminidad. Y para hablar de ello me he apoyado en los textos, vídeos y podcasts de pensadoras feministas contemporáneas, como Itziar Ziga, Clara Serra, Irantzu Varela, Estela Ortiz y Brigitte Vasallo
Musicalmente, experimento con lo roto, lo obsoleto y lo heredado: instrumentos construidos por mi padre, casettes de mi madre, grabaciones con el móvil, audios de WhatsApp, samples de YouTube, charlas con ChatGPT, sonidos de videojuegos de los 90, software mal programado y baterías que se deconstruyen en cada compás. En las melodías se esconden Simon & Garfunkel, Sufjan Stevens, Laurie Anderson, Kraftwerk y en las producciones Low, La Casa Azul, Bon Iver, Talking Heads.
Una serie de experimentos acompañan al disco. Se trata de jugar con la aleatoriedad y las posibilidades tecnológicas de la web. Todo el código desarrollado es abierto y puede ser consultado, descargado y modificado sin ninguna limitación.